“Estoy por enviarles al profeta Elías antes que llegue el día del Señor, día grande y terrible. Él hará que los padres se reconcilien con sus hijos y los hijos con sus padres, y así no vendré a herir la tierra con destrucción total”. (Malaquías 4:5-6).
Un gran cambio se está produciendo en esta hora. Son los corazones de los padres, que se vuelven hacia los hijos, y los corazones de los hijos, que se vuelven hacia los padres. Toda la creación gime por esta hora. ¿Qué sucede en el corazón de Dios cuando las generaciones se unen? ¿Cuándo unen sus corazones en oración al unísono? ¿Cuánto poder tiene esta oración? ¡Cuanto mayor es cuando un padre se
une a su hijo para orar, o una madre se une a su hija para orar! En el evangelio de Juan, capítulo 17, casi podemos sentir el gozo y el placer del Padre cuando tiene comunión con su Hijo en oración. ¡El corazón eterno de Dios, que late por las generaciones, se complace tanto cuando dos o tres generaciones se reúnen para acercarse a su trono! Pero hay un enemigo que desea mantenernos separados de nuestros padres. Esto le permite maldecir la Tierra.
Jóvenes, vayan a buscar a sus padres ahora mismo. Padres, vayan a buscar a sus hijos e hijas. Pídanles que vengan a orar con ustedes; a orar y pedir el favor y la bendición de Dios sobre sus familias y sus prójimos. Si sus hijos no viven con ustedes, llámenlos. Ellos quieren tener noticias suyas. Pídanles que oren con ustedes por teléfono. (Quizá hay cosas dolorosas o razones por las que no deberían orar juntos. No permitan que eso los detenga; imiten a Jesús y entreguen sus dolores y su necesidad de tener razón.)
Oración intercesora
“Señor, te pido que bendigas a mi mamá y a mi papá. Te pido que restaures nuestra relación en lo que sea necesario. Dame la gracia para recibirlos como una bendición en mi vida. Señor, te pido que bendigas a mi hijo, a mi hija. Te pido que me perdones cuando los lastime. Perdóname, Padre, por las veces que he puesto mis necesidades por encima de las de ellos. Hoy pedimos tu bendición por nuestra familia. Ayúdanos a amarnos unos a otros, a honrarnos mutuamente y a servirnos mutuamente.”
0 comentarios