Cuando a veces estamos pasando por situaciones, tendemos a solo concentrarnos en eso; como vamos a resolver, como vamos a pagar, como vamos a salir de eso, etc etc…
Comenzamos a implantar todos los planes e ideas que nos llegan a la cabeza; y ¿qué pasa? A veces ninguno resulta… ¿Por qué? Pues porque no hemos puesto a Dios sobre esa situación, estamos tratando todo en nuestras fuerzas y nuestro conocimiento; y así, no funcionan las cosas.
Tenemos que aprender a poner nuestra mirada en las cosas de arriba, no en el problema, la dificultad, la situación que se desató, etc. Tus ojos ponlos en él, porque de él vendran toda las respuestas. Amen
Colosenses 3:1-2
Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.
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